Autoridades sumisas
Una
cosa es ser tolerante y otra es ser sumiso, como se encuentra la
autoridad ante las organizaciones delictivas, lideradas por
delincuentes, que disfrazados de luchadores sociales cometen actos
delictivos y encima de ello son premiados.
Tal
es el caso de Pompilio Walterio Roblero Hidalgo, líder de la
Organización Campesina Emiliano Zapata adherida a la Coordinadora
Nacional Plan de Ayala (OCEZ-CNPA-FOSICH), que desde años atrás ha
venido cometiendo atropellos a la sociedad comiteca, siendo solapado por
el gobierno.
Este
líder mafioso ha cometido delitos como robo, invasiones, agresiones,
privación de la libertad, ataque a las vías de comunicación, amenazas,
entre otros; claro ha delinquido en complicidad de cientos de “borregos”
cegados por la ignorancia y las migajas de apoyos que aleatoriamente
les llegan.
En
las manifestaciones el líder mafioso opera de “lejitos” y envía a sus
militantes como “carne de cañón” a bloquear calles, provocar al Gobierno
e intimidar a la ciudadanía, entre otros atropellos.
Los
desmanes de Roblero Hidalgo, no le han traído problemas, sino jugosas
recompensas, lo obtenido a base del vandalismo para la “organización
civil” es repartido por Pompilio, que se queda con gran parte del botín,
y deja sólo sobras para los militantes de la organización, que al fin y
al cabo es imprescindible ante la miseria en que se vive.
Estos
privilegios han causado que Pompilio se sienta por encima de todos, no
sólo de la ciudadanía, sino de las autoridades, pues en fechas pasadas
Pablo Arturo Liévano Flores exfiscal de la Procuraduría General de
Justicia del Estado, giró una orden de aprehensión contra Pompilio
Walterio, por diversos delitos, siendo detenido.
Desafortunadamente
el delincuente permaneció pocos días en detención y fue liberado
gracias a políticos de primer nivel a quienes ayudó en campaña; a pocas
semanas de su liberación, embrutecido de poder Pompilio tomó venganza,
exigiendo la destitución de Pablo Arturo Liévano Flores.
En
la toma de la fiscalía donde hubo un policía herido, un manifestante
muerto y varios retenidos, Pompilio no se expuso, él sólo mandó como
siempre a los agremiados a dar y a recibir machetazos, en este caso
balazos, arriesgando su vida, mientras él se encontraba refugiado y
escoltado en una calle privada que se localiza sobre la 1ª Calle Sur
Poniente entre 6ª y 7ª Avenida.
Pompilio
nunca metió las manos en la manifestación, al delincuente le importó
muy poco la muerte del manifestante, él sólo esperaba el arribo de
autoridades estatales para hacer su “heroica aparición” y con ello las
negociaciones.
Tras
los actos violentos cometidos el día lunes, el líder no tuvo sanción
alguna, sino todo lo contrario hizo las negociaciones con el Gobierno,
recibiendo recompensas, entre las que se encontraba la destitución de
Pablo Arturo Liévano Flores.
Consiguió
que la familia del manifestante sucumbido recibiera una jugosa
indemnización, de la cual no dudaríamos en que Pompilio se quedó la
mayor parte, además de que el gobierno desembolsó otros 50 mil pesos,
sólo para el cajón.
Eso
no es todo, Pompilio logró que su organización fuera presentada como la
víctima, el oficial que defendió su vida y se vio obligado a accionar
su arma contra un disidente, fue consignado a la Fiscalía Especializada
para la Atención de delitos cometidos por Servidores Públicos, acusado
de Homicidio Calificado y Abuso de Autoridad, es decir que además de
recibir un machetazo en la cabeza terminaría encarcelado.
Ahora
la familia del oficial ha quedado en el desamparo y el gobierno
demostró su sumisión ante las organizaciones civiles, pues tras los
actos delictivos, el que salió ganando fue Pompilio Walterio, quien en
vez de ser premiado debería estar tras las rejas, de donde no debió
salir.
El
gobierno tiene que ser tolerante ante las manifestaciones, claro
siempre y cuando sean pasivas, y debe poner mano dura contra los
delincuentes disfrazados de luchadores sociales, ahora gracias a
Pompilio la seguridad en Comitán es nula y si se quiere demostrar
seguridad, la primera acción será cárcel para Pompilio.
Hasta aquí la columna de hoy, enviamos tus comentarios al correo de chiapassincensura2013@gmail.com
Análisis Público.
Escrito por: David Morales